¿Cómo saber que se ha construido un ordenador con capacidad de sentir y percibir?

María Fernanda Guerrero Mateus 200840016

Reseña

Escritura Académica para Posgrados Sección 1

Universidad de los Andes 23 de septiembre de 2017

RESEÑA Koch, C. y Tononi, G. (2012). Consciencia artificial ¿Cómo saber que se ha construido un ordenador con capacidad de sentir y percibir? Temas. Revista Investigación y Ciencia, (68), 78-81.

En este artículo los neurocientíficos, Christof Koch y Guilio Tononi, indagan sobre la inteligencia artificial para dar respuesta a cómo se podría saber si una máquina puede adquirir conocimiento consciente más allá de la capacidad acumulativa de datos. Para ello proponen una estrategia basada en la idea de que solo una máquina consciente puede mostrar comprensión subjetiva si al ensamblar un conjunto de datos y al integrarlos en una imagen esta tiene sentido (2012, p. 78). Esta facultad que los autores denominan teoría de la información integrada postula dos axiomas. Primero, que la consciencia es muy informativa y segundo, la información consciente se haya integrada. (2012, p.80). Para verificar la teoría descartan la aplicación del Test de Turing y sugieren la aplicación del test de escisión y estrategias informáticas basadas en imágenes. Concluyen que los ordenadores para superar la prueba que proponen deben alcanzar altos grados de integración de información y deberán basarse en los principios estructurales del cerebro de los mamíferos.

Un aspecto central que se destaca en la introducción del artículo radica en la propuesta de los autores de una estrategia que parte de la idea de que solo una máquina consciente puede mostrar comprensión subjetiva de si la escena expuesta en una foto ordinaria está “bien” o “mal”. Esta facultad de ensamblar un conjunto de datos e integrarlos en una imagen que tenga sentido – por ejemplo, saber que no es razonable que en lo alto de la Torre Eiffel aparezca un elefante equilibrista- define una propiedad esencial de la mente consciente. (2012, p. 78). No obstante, los autores no solamente no definen que es consciencia artificial sino que para explicarla acuden a la teoría de la información integrada a partir de la comprobación de si es correcto o incorrecto el ensamblaje de información basada en imágenes, sin explicar que una parte de la consciencia es también la facultad valorativa o experiencia subjetiva similar a la mente humana.

Así las cosas, la estrategia de la mente consciente propuesta por Koch y Tononi no es solamente la integración de datos en una imagen que tenga sentido, como si se tratara de resolver un sencillo rompecabezas, para saber si la imagen es correcta o incorrecta. Se requiere además que la mente consciente incluya también la valoración ética o de experiencia subjetiva, que como lo anota Solos, M. y Turnbull, O. (2004, p. 94), es una facultad del cerebro humano que logre relacionar toda la información no solamente aquella valorativa frente a la cual pueda decir que está bien o está mal sino toda aquella información que resulte de su interacción con su entorno. De ahí que la consciencia artificial podría explicarse de manera extensa, completa y integrada para comprender cómo una máquina puede no solamente acumular información sino también en un futuro transcenderla.

En el artículo de Koch y Tononi, se entremezclan los conocimientos de los autores en biología, informática y ciencias de la consciencia, para brindar un acercamiento al público en general a un tema que se ha desarrollado por más de 50 años y que hoy por hoy es de la máxima actualidad. La pertinencia del tema y su utilidad radica en que el común de la gente salga de su asombro y comprenda que las conductas inteligentes de los ordenadores se siguen perfeccionando, pero estas máquinas distan mucho de ser conscientes del mundo que las rodea (2012, p.79). Dicha perspectiva, deja claro que la inteligencia artificial es un tema vigente que amerita que el común de las personas, debidamente informadas comprendan que la inteligencia artificial, como lo advierte Bentley (2017), es una herramienta de apoyo y como software inteligente no se está creando algo que posea una consciencia propia. Para entenderlo hay que saber cómo funciona un cerebro, cómo y por qué pensamos como pensamos. Por ello, tendría que pasar muchísimo tiempo antes de que pudiésemos crearla.

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